miércoles, 2 de noviembre de 2011

Castañas guisadas


A mi padre le encantaban.
En mi casa había facilidad para asar las  castañas porque teníamos un enorme horno de leña que servía para cocer el pan, así que lo que de verdad nos llamaba la atención era cuando las guisaba.

Proceso de creación

Un litro de agua

medio kilo de azúcar

medio kilo de castañas

una rama de canela

la piel de un limón

En una olla se pone a hervir el agua junto con el azúcar, una vez que ésta se disuelva bien se añade la canela y la piel de limón. Esto es lo que se llama un almíbar ligero. Una vez que el almíbar adquiera cuerpo (es decir que el almibar empiece a espesar) se añaden las castañas. A partir de ahora hervirán a fuego lento hasta que las castañas se enternezcan.
Las castañas se pueden utilizar secas pero en mi casa se hacían frescas ( sobre todo el día de "Todos los Santos", que es hoy 2 de noviembre). Recuerdo estar pelándolas ( había que quitar las dos pieles) y comerlas crudas, mi padre decía que había que sacarlas enteras de la piel pero éramos pequeñas y la destreza muy limitada, en realidad rómpíamos la mayoría  aunque nos divertíamos con el intento y comíamos los trozos de las que no podíamos salvar.
Todo lo hacíamos al rededor de la mesa y de los primeros braseros de ascuas (que mi madre sacaba del horno de leña), todavía recuerdo el aroma que desprendía y la sensación de sentir que estaba protegida y que detrás de las paredes de mi cocina no existía nada más.

Es una receta dulce para un noviembre dulce.




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